sábado, 20 de febrero de 2010

Mi paciencia tiene un límite.


Hay veces que me pregunto si conoceré a la gente que me rodea como es en realidad.
Pero sólo con algunas personas. Hay personas que desde el primer día que la conoces ves como es y no te caen bien o simplemente te caen genial, en cambio a otras persona las ves geniales, simpatiquísimas y divertidas hasta que empiezas a escuchar cosas de esa persona hacia ti. Sí, dicen que no hay que fiarse de lo que te dicen, que no hay que juzgar sin saber que es 100% verdad y que lo descubras por ti mismo. Y ese es el problema, que yo misma me he dado cuenta que lo que me dicen no es mentira, y me revienta, no sabéis cuanto. Personas que por fuera las veis muy simpáticas y buenas, que sabes que tienen defectos como todo el mundo, pueden ser algo egoístas, algo cabezotas, algo secas... pero nunca pensaría que esa persona tan simpática tuviese dos caras. Una buena amiga pero justo cuando te das la vuelta coge a la persona que tenga al lado y le dice algo de ti, y eso no sé a ustedes pero a mí, como bien dije antes, me revienta y demasiado. Por ahora sólo hago como la que no sé nada, aunque se estén riendo en mi cara, pero chica, mi paciencia tiene un límite y cuando llegues a él, no saldrá ni una sola puta palabra más sobre mí de tu linda boca.


Buenos días, hipócrita.

2 comentarios:

  1. Me revientan esas personas, realmente las odio...

    Un beso

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  2. creo que es casi imposible conocer bien a nadie... al menos, a nadie interesante!

    :)

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Dime si sentiste algo al leer las palabras que salieron de mis labios. Puedes conseguir que sonría.