sábado, 20 de marzo de 2010

Y Manuel sigue jugando con muñecas.


Si amar libremente es pecado, ¿he pecado libremente por amar?



Manuel con cinco años jugaba con muñecas, en cambio, todos sus amigos jugaban con juguetes "para niños". A los diez años, Manuel saltaba a la comba con sus amigas, los demás se reían y lo tachaban como mariquita. A él no le importaba si la gente lo trataba con desprecio, si se ríen de él o no, sabía quién era y cómo era. Y no tenía miedo a nada ni a nadie.








Esta entrada se la dedico a las personas homosexuales como Manuel, que no tienen por qué esconderse de nada, que a palabras necias oídos sordos. Tienen el mismo derecho de disfrutar que cualquier persona, deben salir a la calle sin miedo a lo que la gente diga o piense. Porque una persona homosexual no es un bicho, es un ser humano más, con SENTIMIENTOS y un CORAZÓN, igual que tú y yo.

4 comentarios:

  1. Claro que sí, los homosexuales no son bichos raros, son personas como cualquier otra, con ganas de reir, de disfrutar, de soñar, de pensar, de hacer, de sentir y sobretodo con ganas de vivir la vida de la manera más normal posible.

    La sociedad está empezando a cambiar su mentalidad respecto a este pero está siendo un proceso lento y a va a seguir siendo lento, porque siempre estarán aquellos que juzgarán sin darse cuenta de que hay sentimientos de por medio y que se permitirán la libertad de llevarse todo a su terreno alegando que eso no es lo normal.

    Esperemos que a Manuel el futuro le depare una vida feliz y que otros niños que quieran saltar a la comba, jugar con las muñecas, puedan hacerlo y no tengan que sentirse mal por hacer algo que ellos quieren.

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  2. Es cierto, pero bueno, hay gente que se burla de ellos, y ellos terminan siendo mejores que los hombres que nos rodean :)

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  3. Kiya, esta entrada la leí hace tiempo, nose por qué no la comenté.
    Me encanta, y mucho, que lo sepas. Tiene mucha razón :)

    (LK)

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Dime si sentiste algo al leer las palabras que salieron de mis labios. Puedes conseguir que sonría.