-¿Sabes? ¡mañana me tatúo!- dijo con una enorme sonrisa.
-¿Y qué te vas a tatuar?
-Tu nombre ¿que otra mejor cosa puedo tatuarme, mi vida?
-Pero ¿estás segura? un tatuaje es para toda la vida y quizás tú y...
-¡Claro que lo sé!- le cortó- pero qué más da, si sé que de ti jamás me voy a separar,
que nos casaremos y formaremos una familia ¿o no es verdad?
Odiaba oír cómo se creaba su propia fantasía, su propio cuento, que formara planes que (seguramente) no se iban a realizar. Aún así, seguía siendo una chiquilla de diecinueve años y yo, un treintañero...
Vaya...Que mal es hacer planes de un futuro que jamás llegara.
ResponderEliminarCrêpes!
Nunca podemos anticiparnos al futuro de esa manera, puede que las cosas no salgan bien...o si, quien sabe :)
ResponderEliminarEs difícil mira a los ojos de la persona que amas mientras mientes...
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