miércoles, 6 de abril de 2011

Era como una caja fuerte sin llave.

Amèlie guarda en su menudo cuerpo miles de secretos. Éste era como una caja fuerte sin llave, lo cual hacía que las personas de su alrededor tuvieran curiosidad y observaran cada movimiento que hacía. Sólo dos de cada diez secretos-los más especiales- los compartía con Helena y Maggie, los demás, los guardaba con cuidado y los mima de vez en cuando. Uno de ellos es que los miércoles por la noche se escapa con la bicicleta de la vecina y pedalea rápidamente hasta la cima de la montaña, una vez allí, saca de su mochila la manta de cuadros roja y negra, su cámara de fotos y su libro preferido, se tumba y cuenta las estrellas. Uno de sus hobbys es inventarse nombres y ponérselos a éstas, le hace fotos a cada amanecer y disfruta por la noche de la lectura. Quizás os preguntéis ¿cómo puede leer por la noche? pero lo siento, ese es uno de sus secretos.

3 comentarios:

Dime si sentiste algo al leer las palabras que salieron de mis labios. Puedes conseguir que sonría.