-Buenos días mi vida- me dijiste con voz dulce.
Yo como respuesta te sonreí.
-¿Estarás hambrienta, no? porque todo esto te lo vas a comer tú solita- señalaste una bandeja llena de magdalenas de chocolate, un vaso de leche recién sacado de la nevera y un sobre de color rojo.
Me quedé sorprendida, en los cuatro años que llevamos juntos nunca habías tenido un detalle así, pero lo que más me llamó la atención fue ese sobre rojo.
-¿Y todo esto? no sé por donde empezar.
De mis ojos, se escapó un par de lágrimas, sin pensarlo te besé en la comisura de los labios.
-Empieza por aquí,-dijo mientras cogía el sobre rojo- espero que te guste.
Y justo en ese momento, cuando iba a abrir el sobre sonó mi despertador de las cinco y media de la mañana. Ese despertador que me decía a gritos que todo había sido un sueño, que tú no habías vuelto y que ese desayuno nunca existió.
¿Qué creéis que había dentro del sobre rojo? (sólo quiero saber lo que vuestras cabezas pueden llegar a pensar, no hay ningún resultado)
Me encanto, tanto la entrada como tu blog, geniales! Besos! Te sigo
ResponderEliminarque preciosidad de texto! Pues yo me imagino que había una sortija (no sé, pero me he imaginado que te pedía matrimonio jaja)
ResponderEliminarUn besazo bonita! :)
había un avión de papel doblado, un avión que viajaría con ella en todos sus días, en el que dentro habría un mensaje que solo podría leer una vez su tu vida, la vez que lo necesitará, la vez que realmente le hiciera falta.
ResponderEliminar(encantador desayuno, a mi me preparan café y bombones y me dicen "bebé, hoy será un día maravilloso)
ppues un anillo aunque digo lo mismo qe la Niña de papá qe no creo que le pidiera matrimonio, pero también el sobre rojo pudieran haber polvos "mágicos" para volar y escapar de ese mundo y vivir juntos una hisotria qe le esperaba para todaa una vida.. :)
ResponderEliminarqee blog ta bonito tienes :) uun besiitoo(L)