Me acariciaste con cuidado, como si al apretar un poco me rompiese en mil pedazos. En tus dedos había dulzura, ternura y amor. Tus ojos me recitaron las mejores poesías, tu boca me regaló la mejor sonrisa del mundo y tu olor se quedó a vivir en mi ropa
(para siempre).
Yo quiero que su olor se quede en mi ropa.
ResponderEliminarAunque deberé esperar, o eso dicen.
¡Un beso! :)
que amor todo a veces (y que bien sabe)
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