miércoles, 22 de junio de 2011

Eres y fuiste dulce.

Impedí que me gritaras con un beso, impedí que te fueras tirándote a la cama. Te gustaba hacer el papel de chica mala pero nunca lo lograbas. Es más, esa manera de andar por la casa en ropa interior te hacía una imagen de chica frágil con un corazón de hielo increíble. No te dabas cuenta, pero todas las mañanas te observaba detrás del periódico cómo desayunabas. No podía permitir perderme aquello, eres y fuiste dulce, como una magdalena en cualquier escaparate de una pastelería.

4 comentarios:

Dime si sentiste algo al leer las palabras que salieron de mis labios. Puedes conseguir que sonría.