el viento de primavera se metía en los pulmones de miles de transeúntes, y mientras ella, entre la multitud paseaba con sus botas hasta las rodillas y su pelo suelto. la miré. la conocía aunque ella no supiera que existía. la miré durante meses, pero jamás me acerqué, jamás averigué nada de su vida.
sólo la observaba y escribía pensando en ella, como ahora. sentí en cada momento cada palabra que escribí, era una mezcla de sentimientos y admiración aún sin conocerla.
llegué a sentirme más vivo que nunca cuando la tuve ante mí, y me dijo que mi sonrisa se veía desde lejos.