no me importó lo que estaba ocurriendo en aquél momento, mis pensamientos estaban detrás de la ventana que separa el exterior de estas cuatro paredes. sólo tenía pensamiento en las gotas del primer otoño del año, que comenzaron a caer.
decidí abrir la ventana en busca de la libertad, cerré los ojos y estiré las manos. por fin, por fin sentí el frío del exterior y no el de mis huesos, por fin sentí el tacto de unas gotas en mis manos, que no eran mis lágrimas.
-bienvenido otoño, le dije al viento.
Me encantó. Te sigo.
ResponderEliminarQué bonito que es el otoño, ¿a qué sí? *-* Me encanta.
ResponderEliminarUn beso, bonita.