una dosis de nieve para la alegría.
una dosis de lluvia para aquellas personas que aún no se atrevieron a amar.
una dosis de frío, para tener motivos para abrazar(nos).
una dosis de felicidad, para aquellas personas que algún día le pisotearon las ilusiones.
porque a veces son necesarias.
(aunque siempre en pequeña cantidad)
El frío incrementa muchísimo el número de abrazos, y esto es así.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho pequeña <3