temblaban, y esta vez no éramos nosotros.
las campanas gritaban, y no había orgasmos.
alguien volaba: la felicidad corría por sus venas.
no era yo.
no eras tú.
alguien tiritaba, quizás yo.
el frío quema, qué maldita ironía dijiste.
y eso éramos nosotros, en pasado, siempre.
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