Ese cielo...

-Ese cielo pintado de rosa hace que tenga ganas de saltar.

-¿Y eso por qué? - le dijo él extrañado.

-Pues porque el color rosa como otros muchos colores me da una sensación de libertad, por eso cuando lo veo en un cielo como este me hace tener esas ganas enormes de dar un salto hasta poder tocar las nubes con las puntas de los dedos.

-Tiene que ser una sensación genial, yo no siento cosas así.

-Lo es, si te lo propones puedes sentirla como yo la siento.

-¿Y qué tengo que hacer?

-Saltar lo más alto que tú puedas, con las manos hacia arriba, una y otra vez hasta que sientas en las puntas de los dedos esas nubes con forma de algodón.

-No se ve muy fácil…

-No te preocupes, lo haremos juntos y será más fácil. ¿Estás preparado?

-¡Sí!- dijo él con esa cara de emoción que se le queda siempre que va hacer algo nuevo.

-¡Vamos allá! a la de una, a la de dos y a la de tres!