martes, 4 de enero de 2011

Quiero volver para poder respirar.

Allí fui feliz y sé que lo seguiría siendo hasta que la muerte viniera a por mí. No era feliz gracias a las personas que me rodeaba porque francamente, no había personas. No, no hace falta que releas lo que escribí, has leído bien; no había personas. Aquello que veía cada vez que salía de mi habitación o simplemente cuando paseaba por el mercado no eran como yo y tampoco podría decir lo que eran porque no lo sé. Sólo sé que son seres mejores que los humanos, seres indefensos sin intención de dañar sólo de hacer feliz a los demás. Te hacen reír sólo con sacarte aquella larga lengua, te escuchan con sus enormes orejas y cuando terminas de hablar sonríen como un niño cuando le das un caramelo de fresa. Por las noches duermen a tu lado para que no pases frío. Te reciben por las mañanas con el desayuno en la mesa de noche y no dejan de mirarte hasta que te lo comas entero.
Añoraba aquellos momentos, aunque sabía que no volvería jamás porque aquéllo fue algo que sólo se repite una vez. Y es que necesito volver para poder respirar.

4 comentarios:

  1. y de donde son!???? :O
    me ha gustado ;)

    ResponderEliminar
  2. y un lugar así podria existir?
    Pues, debería...
    Saludos ;)

    ResponderEliminar
  3. Un mundo diferente, un lugar donde te sientes tu misma, donde simplemente eres feliz.

    ResponderEliminar

Dime si sentiste algo al leer las palabras que salieron de mis labios. Puedes conseguir que sonría.