Cada día que pasaba se consumía más como el cigarro que tenía entre sus dedos y al cual le daba caladas como si fuese lo último que hiciera en la vida. Estaba harto de sentirse vacío, de no verle sentido a su vida, harto de ser un puto infeliz. Y pensar que todo comenzó cuando ella dio el portazo y lo dejó allí, con el corazón en el suelo.
Me encanta. Últimamente tengo muchos recuerdos con cigarros apurados hasta el filtro, y eso que nunca me he fumado ninguno.
ResponderEliminarQue dulce y triste la comparación (L) ¡besos!
ResponderEliminarCuesta levantarse, pero a la larga se sale.
ResponderEliminarEs agrio y doloroso
ResponderEliminarcuando un cigarro el lo
único que queda.
Perdiendo el rumbo, ¿ahora quien le guiará? Buena texto. ;)
ResponderEliminarLa vida sí que se consume como un verde entre tus dedos.
ResponderEliminarQue cabecera más jodidamente bonita :)
ResponderEliminarQue lo recoja y en vez de fumar, que le de mimos
ResponderEliminarQue salga, que tambien dé un portazo pero a las dudas y a su antigua vida ;)
ResponderEliminarDe vez en cuando suele venir bien ^^
mas identificado no me puedo sentir con tu texto... pero no siempre pasa asi existimos los tontos inmunes jajaja :) te invito a pasarte por mi blog ;) te sigo.
ResponderEliminarOjalá se recupere pronto, nadie merece sufrir por amor. Pero... ¿A alguien no le ha pasado? Ais!
ResponderEliminarMuchacha tenés un premio en mi blog:)
ResponderEliminarBesos. Te sigo
ResponderEliminarMe encanta tu blog, es genial :)
ResponderEliminarTe sigo...
Aqui tengo los mios, por si quieres echarles un vistazo :)
www.cintiatienemente.blogspot.com
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