sábado, 7 de mayo de 2011

Nunca es demasiado tarde para decir lo siento.

Su reloj marcaba las siete de la tarde cuando iba a comenzar a escribir la carta. No sabía cómo empezar, cómo seguir ni cómo terminar. Ni siquiera sabía si le llegaría o si tendría una respuesta a todo eso. Había pasado muchos años, tal vez ni se acuerda de que existe, quizás tiró a la basura todos los recuerdos. <<¿Y qué mas da? ¿Qué pierdo por intentarlo?>> se preguntó, y sin dudarlo dos veces comenzó a escribir.<<Ojalá me perdones>> dijo mientras mantenía todas las esperanzas en aquel montón de folios.

3 comentarios:

  1. Vivir es arriesgar.
    (me encanta el texto, igual que los textos anteriores que he leído tuyos)
    un beso,

    Jan.

    ResponderEliminar
  2. siempre es demasiado tarde o demasiado temprano así que no tiene por que temer, puede salir bien :)

    ResponderEliminar
  3. nunca es tarde, lo peor es no pedirlo nunca :)

    ResponderEliminar

Dime si sentiste algo al leer las palabras que salieron de mis labios. Puedes conseguir que sonría.