domingo, 8 de mayo de 2011

Sólo podía hacer una cosa para acabar con todo eso.

Le dolía el corazón cuando escuchaba aquellos gritos. Ya no sabía de dónde venían, si del piso de enfrente, el de arriba o de su cabeza. Eran gritos sin fin pero que no decían nada, no había mensajes en ellos y eso lo desesperaba. A veces veía algún rostro en la pared del salón, aquella pared blanca con manchas negras producidas por la humedad. Se refugiaba en la esquina que separaba al viejo sofá de la pared y allí lloraba desesperado. Quizás todo aquello era fruto de su imaginación. No sabía. Necesitaba ayuda pero no tenía a nadie. Se estaba volviendo loco y sólo podía hacer una cosa para acabar con todo eso: suicidarse.

5 comentarios:

  1. Pues qué cobarde. Decidir que el suicidio es lo mejor para escapar es de cobardes. El valiente sigue luchando hasta el final, amando a la vida y las pequeñas cosas que te ofrece.

    Aun así me encantó el texto :)

    Jan.

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  2. que no se le ocurra!!! lo que hay que hacer es pintar las paredes de color!! eso le ayudará :))) díselo!!!!

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  3. Jan Arimany, de cobardes? yo creo que es de ser muy valiente, de no temer a la muerte ni al dolor.
    :)

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  4. que diiiiices :(
    Lo siento Albanie M. pero siento que Jan lleva razón, las personas inteligentes temen a la muerte, a extinguirse, a dejar de disfrutar y de vivir.
    Es lo peoor que existe :S
    Y creo que el protagonista de este microrrelato no es para nada idiota. Seguro que no lo hará.

    besos de purpurina, alicia.

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  5. Además de valientes o cobardes, somos otras muchas cosas:) de hecho, somos valientes para unas cosas, y no tanto, para otras. Es conmovedor ver como una persona se aferra a la vida y lo es también ser conscientes del dolor que supone decidir darlo todo por perdido, incluso la propia vida; queramos o no cuando nos toca de cerca cualquiera de las dos situaciones, las compartimos, porque nos afecta, pero no podemos olvidar que cada persona siente y vive, vuela y siente pesos en su corazón que solo ella conoce, así que nos toca sentirlo y compartirlo, pero no juzgarlo, podemos estar de acuerdo o no (a mí me gustaría ser de las personas que se aferran a la vida, pero no sé si llegado el caso, en una situación extrema, opinaría lo mismo) no creo siquiera que tenga que ver con la religión, es algo que va más allá (o puede que por eso sí tenga que ver, no sé) pero ojalá que ante la duda, elijamos vivir!!!! :)
    PD: gracias por tu comentario :) muacssss

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