domingo, 17 de julio de 2011

Se fugó de mi vida sin él quererlo, sin yo quererlo.

Parecía un día normal y corriente, un día más de invierno. Pero no, ese día era especial; las luces rojas me lo decían. Sí. Esas que decoraban mi callejuela triste, antigua, la cual nadie pasaba, excepto yo. Fue justo cuando salí por la noche cuando se encendieron. Hacía tanto tiempo que no lo hacían que me sacaron una gran sonrisa, de esas de oreja a oreja. Seguí caminando hasta que mis pies me llevaron al parque de siempre. Quizás la mayoría de las personas me conozcan, todas las noches estoy allí, tumbada en el césped contando las estrellas que salen a la luz e imaginándome aquellas tímidas que se esconden. Cuando era pequeña, nunca creí en aquellas personas que decían que éstas nos mandaban mensajes, y ahora en cambio sí creo. Él hizo que creyera, él y la magia que trajo todos los días a mi vida con su sonrisa. No me apetece nombrarlo, mi cuerpo tiembla cuando lo hago. ¿Por qué? Porque se fugó de mi vida sin él quererlo, sin yo quererlo. Se lo llevaron lejos, me lo arrebataron, me lo quitaron de mis brazos sin decir una palabra, no me dejaron despedirme de él, me robaron la luz de mi día, aquella que me abrazaba todos los veintiún de junio, después de soplar juntos las velas. Él era el que hacía la tarta para ese día tan especial: la de chocolate y avellana, nuestra favorita. Me dejaba notas por toda la casa y antes de dormir me acariciaba el pelo hasta que se cerrasen mis párpados. Fue el único y no hay ninguna excepción que valga, el que realmente hizo de mí una chica feliz. Antes de que él entrase a mi vida yo no sabía el significado de la palabra felicidad y él la metió en mi diccionario. Anteriormente dije que hoy era un día especial, porque tras mirar un rato en el cielo vi cómo una estrella brillaba más que las demás y puedo asegurar que es él, diciéndome en la distancia cuánto me quiere. No pude aguantarlo, las lágrimas se apoderaron de mí tan rápido que la vista se nubló y dejé de ver el cielo por un instante. Hoy veintiún de junio haríamos doce años juntos, si nadie lo hubiese sacado a patadas de mi vida. Sigo siendo fuerte ¿sabéis por qué? porque pudieron sacármelo de mi vida, pero jamás podrán sacármelo del corazón.



-Dame tu opinión.

-(concurso)

-(foto)

6 comentarios:

  1. Triste texto, pero al mismo tiempo guarda mucho cariño. Me ha gustado. ;)

    ResponderEliminar
  2. La última frase es increible :)
    Es duro cuando alguién se va, cuando te lo arrebatan sin tú quererlo.
    Un beso enorme, y sigue así!

    ResponderEliminar
  3. Me encantó :)
    Besos y sigue así, cada día sorprendes más.

    ResponderEliminar
  4. "Sigo siendo fuerte, ¿sabéis por qué? Porque pudieron arrancármelo de mi vida, pero no jamás podrán sacarlo de mi corazón". Esa frase me ha encantado :)

    ResponderEliminar
  5. Annabel Lee, de Poe, búscalo.

    Tengo blogger muy descuidado últimamente pero aunque no comente, que sepas que soy tu seguidor number one.

    Mucho amor.

    ResponderEliminar

Dime si sentiste algo al leer las palabras que salieron de mis labios. Puedes conseguir que sonría.