-Fue en la calle principal donde nos conocimos, donde vi tus ojos color lapislázuli por primera vez. Yo paseaba sola por allí y te vi concentrado trabajando, pintando a una joven pelirroja con un cabello precioso, al cual dibujas igual, como si de una fotografía se tratase. Mi curiosidad mató al gato que andaba a mi lado y me acerqué para ver el arte que tenías en las venas desde cerca. Mi presencia hizo que tus ojos me mirasen y me hicieran quitar la vista sobre tu dibujo. Me intimidaste. Y años después, supe que eso era lo que querías conseguir. Atraparme con tu mirada y hacerme sonrojar en ese día tan frío de invierno, lo mejor de todo aunque en aquellos momentos fue lo peor, es que lo conseguiste.
Ambos se miraron y sonrieron, ella colocó su cabeza en su pecho y exclamó: buenas noches mi chico lapislázuli.
He estado unos días sin tener tiempo de nada y como echaba de menos tus entradas!
ResponderEliminarCon unos ojos tan bonitos es normal que te intimidara :)
Un besito!
Ojos lapislázuli, solo con esos ojos es fácil que te intimide y que atrape a la vez :)
ResponderEliminarUn beso!
¡Pero que texto tan tierno!
ResponderEliminarQué precioso :)
ResponderEliminarA mi también me encantaría encontrarme con unos ojos así!
Un beso enorme bonita