martes, 23 de agosto de 2011

noches de taparnos hasta la nariz.

De un día para otro el sol se congela y el frío se apodera de nosotros, entra en nuestras costillas y nos enfría el alma. Mañanas frías y noches de taparnos hasta la nariz. El teléfono lo veo gris, espero que des señales de vida, que tu corazón palpite rápido cuando pienses en mí y que decidas llamarme. Este frío que vino de un día para otro me comienza a traer nostalgia, me recuerda a gritos que tú no estás aquí y que me muero poco a poco. Vuelve, para calentarme el alma y amarnos una vez más, vuelve, para que cuando aquel viento frío decida volver nos congele a los dos en el momento que nuestros labios se reencuentran.

8 comentarios:

Dime si sentiste algo al leer las palabras que salieron de mis labios. Puedes conseguir que sonría.