Clavas la mirada en la ventana, mientras tus oídos escuchan el balanceo de tus recuerdos. Quitas unas de tus manos de tus rodillas y la posas en ella. Cierras los ojos. Tus párpados descansan por unos segundos de la realidad en la que vives. Y suspiras. Suspiras, porque es lo único que puedes hacer en esos momentos que te parten el alma, suspirar y suspirar...
Llevo demasiado tiempo sin pasarme por aquí ¡eso tiene que cambiar!
ResponderEliminarA veces los suspiros dicen más que cualquier cosa :)
Un beso enorme bonita (yo adoro esa canción)
hola perdona te importa rellenar de nuevo el formulario? Es que ha habido un error.
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