viernes, 2 de diciembre de 2011

con veinte años más en la piel.

cuando escribía cartas debajo de ese gran ventanal que inundaba el salón. cuando en ellas escribía de él, de sus sentimientos y de qué quería cambiar. "es una carta para mi yo" contestaba a las personas entrometidas y a las que realmente les importaba. y es que eso era, ni más ni menos ni intermedio. eso. una carta con un principio y un final, pero con una finalidad que él quiso crear, que quiso conseguir. y así se lo propuso. y así lo logró.

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Dime si sentiste algo al leer las palabras que salieron de mis labios. Puedes conseguir que sonría.