martes, 14 de febrero de 2012

hasta en el alma tengo lágrimas saladas.

pequeño ser de mi mundo, te escribo susurros para que los guardes en la cajita que no te regalé.
te escribo cartas que se quedarán bajo el colchón congeladas y meciéndome al dormir de tanto sentimiento acumulado.
pequeño, dime, ¿por qué? dime un por qué a todo esto, a las dudas que no existen, a las preguntas sin respuestas, a los días de frío y soledad. leo y mi mente va a un mundo más allá del nuestro, del mío, donde tú eres el protagonista.
cuando camino y las hojas se quejan bajo mis pies, cuando la nariz se pone roja y no es de vergüenza esa vez. cuando, pequeño ser de mi mundo, me inundo en las letras que te escribo y no llegan a tus manos, cuando me ahogo en mis palabras no vacías, en mis propias lágrimas.
y dime ¿cómo seco yo este mar de lágrimas que inunda mi habitación?

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