Son las doce de la noche, abro la ventana y la única que me alumbra es ella con su luz y su belleza; la luna. Todas las noches a las doce abro la ventana y charlo un poco con ella, me cuenta qué ha hecho en el día mientras en su lugar estaba el sol. ¿Y sabéis qué? una noche me contó un secreto que por nada en el mundo lo podía decir: estaba enamorada de él. Sí, sí del sol y era algo muy extraño ya que jamás se han visto las caras, pero ella sólo con sentir su calor, se sentía tan bien que una noche se dio cuenta que tenía mariposas en el estómago y supo lo que sentía.
Le costó mucho decirlo, lleva días tristes porque sabe que es un amor imposible, y le duele. Hay veces que apenas sale, quizás me enseña media cara, porque por la otra una lágrima está cayendo y odia que la vean llorar. Verla así me entristece pero sé que no puedo hacer nada, sólo hablar con ella y darle consejos, ambas nos contamos cosas, y también me aconseja, hoy me dio un consejo que hizo que se me revolcara el corazón, me dijo que me olvidara del amor.
Le costó mucho decirlo, lleva días tristes porque sabe que es un amor imposible, y le duele. Hay veces que apenas sale, quizás me enseña media cara, porque por la otra una lágrima está cayendo y odia que la vean llorar. Verla así me entristece pero sé que no puedo hacer nada, sólo hablar con ella y darle consejos, ambas nos contamos cosas, y también me aconseja, hoy me dio un consejo que hizo que se me revolcara el corazón, me dijo que me olvidara del amor.
Madre Luna...
ResponderEliminarpues insistele tu a ella que no se olvide del amor, por imposible que parezca!
ResponderEliminarQué el amor no muera.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
ResponderEliminar"...me dijo que me olvidara del amor".
Es que sin el Sol no puede brillar.
Atentamente
Erick Bojorque
Me gustó mucho el texto :D Escribes de una forma muy muy dulce ^^
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