-¿Puedo ayudarte? dije quitándome las gafas.
-No, no puedes.
-Ah, bueno.- dije algo confundida, no entendía aquella situación. Seguí leyendo.
-Y ¿sabes por qué no me puedes ayudar?- exclamó, mientras se puso en cuclillas, posando su mano en mi libro impidiéndome leer.- porque nadie puede ayudar a alguien a desenamorarse de unos ojos como los tuyos.
No pude evitar sonreír al escuchar aquellas palabras: nunca jamás me había dicho tal cosa. Y en los ojos de aquel hombre se veía que había logrado lo que quería conseguir; robarme una sonrisa.
- (la foto más tarde estará por aquí)
Al final del dia consiguio sacarle una sonrisa a su corazon ;)
ResponderEliminarCosas así no se dicen todos los días :)
ResponderEliminarOjalá algún día me digan a mí eso :)
ResponderEliminarOh, qué bonito :')
ResponderEliminarA veces me gustaría ser uno de tus personajes, cielo :)
Que alguien te diga eso, te roba algo más que una sonrisa. ;)
ResponderEliminarQue bonito :)
ResponderEliminarpues tú me has hecho sonreir a mí con esta historia...
ResponderEliminarbesos!!
Ya me gustaría que me dijesen cosas tan bonitas como esa :)
ResponderEliminar