martes, 12 de julio de 2011

No importaba donde fuese, lo que sí importaba es que estuviésemos juntos.

Recuerdo una manía bonita que teníamos y era ver el atardecer juntos y agarrados de la mano. No importaba dónde, pero siempre lo teníamos que ver. No importaba si era desde la puerta de una tienda comercial, desde la ventana de una pizzería, desde el césped, desde una catedral. No importaba si era desde una azotea, desde un banco, desde una heladería de París, desde un avión o un barco, no importaba si era desde nuestro coche, mientras hacíamos el amor.





5 comentarios:

Dime si sentiste algo al leer las palabras que salieron de mis labios. Puedes conseguir que sonría.