martes, 26 de julio de 2011

Tú no lo sabías.

Buceabas entre los peces, te perdías entre las burbujas que luchaban por llegar hasta la superficie. Aquel era tu mundo, tú lo sabías. Ese era el sitio donde te despejabas, donde la mente se pintaba de blanco y te alejaban de los problemas durante unos minutos, tú lo sabías. Entonces dime ¿por qué decirle adiós? ¿por qué rechazar algo que te hace inmensamente feliz? Desde que te conozco te odio por ello, por no luchar por aquello que deseas, por no tener un par de huevos para seguir hacia delante y no huir tras escuchar palabras que tus oídos detestan, te odié y te odio, y eso, tú no lo sabías.




6 comentarios:

  1. Un texto curioso^^
    Todos tenemos algo de ese mundo, donde nos perdemos y nos sumergimos hasta que no nos llega el oxígeno y por un momento olvidamos nuestros problemas :)
    Un beso enorme preciosa!

    ResponderEliminar
  2. quizás necesita que se lo digan :-)

    ResponderEliminar
  3. Ala, anda que también...
    Muy muy bueno
    Un beso

    ResponderEliminar
  4. todos somos estúpidos y odiables al fin y al cabo.

    (Minnie te trae moras que acaba de recoger del árbol de enfrente, de las negras y gustosas, de las de campo)

    ResponderEliminar
  5. Hay tantas cosas que nos callamos. ;)

    ResponderEliminar

Dime si sentiste algo al leer las palabras que salieron de mis labios. Puedes conseguir que sonría.