Tantos momentos felices ha traído a mi vida, que es imposible llevar la cuenta. Ella me ha enseñado que no sólo con palabras puedes sentir el cariño que los demás te dan porque ella no puede hablarme y a veces, me da más cariño que otras personas que hay en mi vida. Ella nota cuando estoy triste y me hace reír mientras me lame o me trae su hueso azul para jugar. Ella es Duna, la pequeña de la casa.
(yo también tengo un cachorrillo de estos que te hacen aprender a querer, el mío se llama golfillo y es un snauzher - o como se escriba - de color blanco)
ResponderEliminarOh! que monada
ResponderEliminarun beso
Queeeeee lindaaaaaa que es!!
ResponderEliminarmuy tierno el texto!♥
Qué graciosa tu perrita!
ResponderEliminarA veces no tienes que fijarte en las palabras, sino en los actos :)
Que bonito! Me ha gustado mucho mucho mucho :D
ResponderEliminarBesos. La chica del infinito <3!