domingo, 3 de julio de 2011

Y la quiero, la quiero mucho.

Tantos momentos felices ha traído a mi vida, que es imposible llevar la cuenta. Ella me ha enseñado que no sólo con palabras puedes sentir el cariño que los demás te dan porque ella no puede hablarme y a veces, me da más cariño que otras personas que hay en mi vida. Ella nota cuando estoy triste y me hace reír mientras me lame o me trae su hueso azul para jugar. Ella es Duna, la pequeña de la casa.



(aquí podéis verla)



5 comentarios:

  1. (yo también tengo un cachorrillo de estos que te hacen aprender a querer, el mío se llama golfillo y es un snauzher - o como se escriba - de color blanco)

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  2. Queeeeee lindaaaaaa que es!!
    muy tierno el texto!♥

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  3. Qué graciosa tu perrita!
    A veces no tienes que fijarte en las palabras, sino en los actos :)

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  4. Que bonito! Me ha gustado mucho mucho mucho :D

    Besos. La chica del infinito <3!

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Dime si sentiste algo al leer las palabras que salieron de mis labios. Puedes conseguir que sonría.