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viernes, 8 de julio de 2011
Y me jodió.
Me tumbé delicadamente en la bañera, sin importar que me mojase la ropa. Había mayores problemas que ese, pensé. Me encendí un cigarrillo, di una calada y lo miré en silencio. De pronto le dije << eres el único que siempre está ahí ¿eh? >> y a continuación le di otra calada más, y otra, y otra. Tenía el maquillaje corrido, tampoco me importaba. Le di un buche a mi botella de Jack Daniels y suspiré aliviada. Y me jodió como siempre me ha jodido: tu voz volvió. Aquella voz que me decía que estaba preciosa con la pintura corrida, y yo no quería escucharlo.
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Encantador relato.
ResponderEliminarme encantó... fumar es algo que me gusta, mucho más si lo hago en una plaza o algo parecido... me relaja arto y me voy a volar un ratito =)
ResponderEliminarUn abrazo!
ocurren estas cosas.
ResponderEliminara mi me parecen elegante las chicas que fuman con el maquillaje corrido.
Me ha gustado. Tiene encanto. ;)
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