Hoy sí, no le importa si llueve, si hace cuarenta grados en la sombra, si nieva o si el viento la lleva a rastras. Hoy ningún hombre del tiempo le va a impedir salir de aquel lugar llamado casa, hoy va a dejar las lágrimas bajo la almohada y va a sacar la sonrisa de entre las cajas de los zapatos. Hoy se siente bien, viva, con ganas de respirar aire fresco de la calle y no del que se cuela en su casa por debajo de la puerta. Hoy quiere saltar en los charcos que la lluvia dejó. Hoy quiere sentir la felicidad en los párpados y cómo su mandíbula se descoloca de tanto reír.
Hoy quiere ser la mujer que un día fue.
una preciosidad!
ResponderEliminarPor ella y por nadie más. Muy bien dicho, eso deberíamos hacer todas.
ResponderEliminarUn beso
(relleno de nata)
Siempre tendría que ser la mujer que un día fue :)
ResponderEliminarun texto precioso, un beso reina.
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