sábado, 8 de octubre de 2011
Con la mirada de hielo y el corazón de tarta de limón.
Seguridad ante todo, decías. Y después eras tú al primero que les temblaban las piernas ante situaciones nuevas. Siempre te recordé con las mejillas coloradas y las manos frías. Con la mirada de hielo y el corazón de tarta de limón (tu preferida). No me importa donde estamos ahora, el tiempo que ha podido pasar desde la última vez que te sentí. Los recuerdos nunca se van, y ellos son los únicos capaces de hacerte sentir que quien tú quieres está a tu lado, en ese mismo instante.
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ResponderEliminar(¡me encanta la imagen de la izquierda!)
Manos frías, ¡como las mías!
ResponderEliminarEs muy bonito, me ha venido la imagen de un chico tierno con sonrisa de niño que intenta hacerse mayor.
Besos :)
Qué recuerdo más bonito debió quedarte de él: unas mejillas bien coloreadas y un olor ácido que derrite al corazón (precioso)
ResponderEliminar(plumas de fénix,
de esas de fuego)
Me gustaría pobrar un poco de ese corazón, debe de estar riquísimo!
ResponderEliminarIntenta hacer que esos recuerdos se convierta en nuevos momentos :)
Un beso enorme bonita
tal vez deberías hacerle caso y tener seguridad.
ResponderEliminarLos recuerdos, son lo mejor que tenemos.
ResponderEliminarVivir de recuerdos no es fácil..
ResponderEliminarMe gusta tu blog, aqui te dejo el mio http://freewords-sangil.blogspot.com/
un beso
Que típico lo de que les tiemblen las piernas ante situaciones nuevas... Me gusta mucho, tienes razón en lo de los recuerdos; mucha.
ResponderEliminarMe encanta, ME ENCANTA
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