podría haber sido la tarde más especial de mi vida.
quizás el olor a tierra mojada o el calor que salía del café habría dado un tono invernal a todo esto.
era abril, ese mes en el que las cosas son más tristes
de lo normal, ese mes que a pesar de sus diversos tonos de grises era especial, seguía siendo especial.
Abril siempre tiene ese toque especial, particular, único a su manera.
ResponderEliminarUn beso enorme bonita (tengo ese libro apuntado en mi lista para leérmelo, ¿a ti te ha gustado?)
Me lo estoy leyendo y me está gustando mucho por ahora, y espero que siga así hasta el final :)
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