lunes, 21 de febrero de 2011

Te contaré algo, inútil.

Se despertó y notó cómo unos brazos de hombre le rodeaba la cintura. No recordaba su cara y ni hablar del nombre, se levantó rápidamente sin preocuparle que se despertara y comenzó a vestirse.

-Buenos días preciosa-dijo mientras se estiraba- ¿y el desayuno?
-Pídeselo al bar de enfrente y seguro que te preparan uno riquísimo.
-Joder cómo te has levantado ¿no?
-Como siempre, chico.
-¿Y todos te soportan?
-¿Tú no follarás mucho, no? porque vaya imbécil estás hecho. Te contaré algo, inútil; aquí donde me ves, esta chica borde y poco simpática tiene un corazón frágil y todos y cada uno de los hombres que han pasado por su cama le han dejado huella. Y tú, gilipollas, no serás una excepción.

9 comentarios:

  1. Seguro que ella le acaba de dejar una huella enorme a él

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  2. No creo que el recuerdo de esa noche halla sido solo placer ;)

    Telita de chica...
    Besos de purpurina, ali.

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  3. Saludos cordiales.

    Si la mujer se permite ser "libre"...
    ¡Qué mas quieren los varones!

    Nada que perder para unos y mucho que hacerlo para otras.

    Atentamente
    Erick Bojorque

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  4. Sería mucho más triste que no le importara nada a quien mete entre sus sábanas. Cuando esas cosas dejan de tener valor es mala señal.
    Muy intenso!

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  5. Uff, ¡hay noches muy malas y recuerdos muy difíciles!

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  6. En verdad sufre, sufre cada una de esas huellas que le dejan dentro.

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Dime si sentiste algo al leer las palabras que salieron de mis labios. Puedes conseguir que sonría.