-Buenos días preciosa-dijo mientras se estiraba- ¿y el desayuno?
-Pídeselo al bar de enfrente y seguro que te preparan uno riquísimo.
-Joder cómo te has levantado ¿no?
-Como siempre, chico.
-Como siempre, chico.
-¿Y todos te soportan?
-¿Tú no follarás mucho, no? porque vaya imbécil estás hecho. Te contaré algo, inútil; aquí donde me ves, esta chica borde y poco simpática tiene un corazón frágil y todos y cada uno de los hombres que han pasado por su cama le han dejado huella. Y tú, gilipollas, no serás una excepción.
Seguro que ella le acaba de dejar una huella enorme a él
ResponderEliminarsiempre queda alguna huella!!
ResponderEliminarJajaj que buena actitud ♥
ResponderEliminarNo creo que el recuerdo de esa noche halla sido solo placer ;)
ResponderEliminarTelita de chica...
Besos de purpurina, ali.
Saludos cordiales.
ResponderEliminarSi la mujer se permite ser "libre"...
¡Qué mas quieren los varones!
Nada que perder para unos y mucho que hacerlo para otras.
Atentamente
Erick Bojorque
Sería mucho más triste que no le importara nada a quien mete entre sus sábanas. Cuando esas cosas dejan de tener valor es mala señal.
ResponderEliminarMuy intenso!
Uff, ¡hay noches muy malas y recuerdos muy difíciles!
ResponderEliminarEn verdad sufre, sufre cada una de esas huellas que le dejan dentro.
ResponderEliminarMe gusto mucho
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