viernes, 17 de junio de 2011

Y dije éramos, no somos.

Tuvimos aquella manía de besarnos entre las estanterías de cada librería que nadie nos la quitó. Escondernos entre cada libro, reír a carcajadas aún sabiendo que no debíamos de hacerlo. Nuestra vida tenía como título locura y nosotros éramos los protagonista. Era nuestra historia y lo que los demás pensaran no le dábamos importancia; nosotros éramos felices así.

3 comentarios:

  1. la importancia de los tiempos verbales... esos pasados perfectos o imperfectos que no son presentes...
    que me encanta...

    ResponderEliminar
  2. Esas historias que aún perteneciendo al pasado siguen siendo importantes en el presente. Me encanta.

    Un muá :)

    ResponderEliminar
  3. los amores que no deben o pueden ser amores son los más verdaderos, aunque terminen, son emocionantes y rayan la locura del ser humano. seguro que fue fantastico.

    ResponderEliminar

Dime si sentiste algo al leer las palabras que salieron de mis labios. Puedes conseguir que sonría.